[P]ero la miseria, muy señor mío, la miseria es un vicio. En la pobreza usted aun conserva la nobleza de sus sentimientos innatos; en la miseria, en cambio, jamás nadie. Por la miseria incluso no lo van a echar a palos, sino que lo barren de la compañía de los seres humanos con una escoba, para que sea todavía más insultante; y con justicia, porque en la miseria yo soy el primero que está dispuesto a insultarse a sí mismo.
Fiódor Dostoievski en Crimen y Castigo (Colihue).