viernes, 30 de noviembre de 2012

La miseria te deja a pata


[P]ero la miseria, muy señor mío, la miseria es un vicio. En la pobreza usted aun conserva la nobleza de sus sentimientos innatos; en la miseria, en cambio, jamás nadie. Por la miseria incluso no lo van a echar a palos, sino que lo barren de la compañía de los seres humanos con una escoba, para que sea todavía más insultante; y con justicia, porque en la miseria yo soy el primero que está dispuesto a insultarse a sí mismo.



Fiódor Dostoievski en Crimen y Castigo (Colihue).



La perceptibilidad imperceptible

Cuando saco una cucharada de miel para untar mi pan, la miel del pote se reacomoda lenta, imperceptible. Si saco agua de una taza con agua, el agua ocupa de inmediato ese vacío: el movimiento no se ve. Si saco arena de la arena, la arena ocupa ese lugar groseramente. Granos que caen hacia el vacío que quedó. Digo: si saco miel de un pote de miel, la miel recupera lenta pero poco visible, ni inmediata imperceptible ni torpe como arena: no veo que la miel se mueva pero la miel, al cabo de un rato, estará donde tenía que estar. Así, me  parece, cambian los países.

Martín Caparrós - El Interior (Planeta).