sábado, 8 de diciembre de 2012

La Idea inalcanzable, motor del movimiento.


El mundo inmediato y sus cosas resultan constitutivamente deficientes, justamente porque son proyectados contra la plenitud de la Idea. Esa plenitud, siempre ausente, consagra la deficiencia de las cosas. Pero también la tensiona y hace que el ser imperfecto de las cosas se convierta en una búsqueda permanente de su propio ser.

De este modo las cosas "desean", "aspiran" a su Idea, aunque necesariamente fracasen en el intento de aproximársele. En el ámbito humano, esta tensión se vuelve consciente y debe ser el motor de la acción.



Armando Poratti en Filosofía Política Clásica. Compilador: Atilio Borón (Luxemburg). 

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